!UNA NOCHE MUY AGITADA EN EL HOSTAL!-EL REGRESO DE BLACKY

Luego del incidente anterior, yo y mi padre seguíamos viviendo solos, cuidándonos uno al otro. Yo recuerdo muy bien que fue un sábado en la cual la clientela lo tenia muy agitado a mi padre, las parejas entraban y salían, había muchos cuartos por limpiar, así que mi padre no perdió el tiempo y empezó con la faena pero después de unas horas estaba exhausto y hambriento así que nos alistamos para cenar, serían eso a eso de las 8pm, cuando de pronto ¿Qué creen?... ¡MI PRIMO HABÍA LLEGADO! Mi padre no pudo negarse, lo invitó a pasar y a cenar, caballero nomás, los platos de comida estaban expuestos y ya no podía esconderse así que él de hecho iba a picar. El muy pendejo ya sabía que justo a eso de las 8pm nosotros cenábamos, por eso es que vino a esa hora… ¡QUE ASTUTO! Mi padre, que para zorro nadie le gana, ya había pensado como contrarrestar esa imprudente visita, así que aprovechando la camaronería de mi primo, lo hizo comprometerse a ayudarle a limpiar ¡TODITITASSS LAS HABITACIONES QUE ESTABAN SUCIAS EN EL HOSTAL! Él no pudo negarse, tendría que pagar por venir a camaronear, así que fue una noche muy dura para él, sobretodo porque mientras limpiaba por muchos ratos se quedaba Torombolo de escuchar tanto gemido por el pasillo, se distraía muy fácil, pero ahí estaba mi padre, como un fuerte capataz diciéndole: ¡HEY YA DEJA DE ESTAR ESCUCHANDO LO QUE HACEN LAS PAREJAS, Y VEN AQUÍ A LIMPIAR! Yo mientras me sentía feliz, me sentía en mi dicha, en mi gloria, así que no perdí tiempo y me apoderé del televisor, por fin podía ver ¡EL ESPECIAL de LAS CHICAS SUPERPODEROSAS! , Yeah viva Cartoon Network, jaja bueno en realidad quería ver muchos programas cómicos, dibujitos de todo un poco. Aunque mi felicidad duraría muy poco ya que a eso de las 10pm mi padre me dijo “Ya Víctor, uno está trabajando y tú estás webeando, así que ven ayuda un poco o sino anda vete de una vez a dormir, para que mañana te levantes temprano y te pongas a estudiar o ayudes a comprar el pan siquiera para tomar desayuno”, Obviamente preferí irme a dormir que tener que limpiar los cuartos junto con mi primo el camarón y mi viejo el renegón. Me di a la fuga, mientras mi primo se reía por la revancha que había tomado el destino para conmigo, lo peor de todo fue que aquella noche mi viejo me mandó a dormir al último piso, a la azotea, prácticamente al techo, allí había un pequeño cuartito con una calamina resquebrajada y agujereada que lo cubría de las lluvias y el frio. Me sentía humillado, arrochado y avergonzado, saber que mi primo duerme como los reyes en uno de los cuartos del Hostal o peor aún en mi sagrado cuarto del 1er piso, todo me era chocante, pero mi padre tomó esa decisión y mientras mi primo dormía rico en un sillón de la sala junto al televisor, yo dormía en el último de los pisos donde ni el perro duerme, donde ni siquiera las parejas duermen, sólo yo el único webón que tá durmiendo allí, en un lugar tan estrecho como el baño público de la posta, en un lugar tan deteriorado que tenia agujero por donde me chorreaba el agua y la paja, yo me encontraba allí cagándome de frio, mientras seguro mi primo estaba en la sala no durmiendo, sino viendo algún video porno en mi televisión. Y Blacky, incluso Blacky tenía mejor vida que yo, él dormía en su sweet presidencial, que constaba de una casita rústica hecha con cajas de galletas Doré y Oreo, libre de goteras y polillas, unas suaves y perfumadas sábanas del Hostal, un polo mío que era enroscado y usado como almohada, una frazada vieja sacada de mi ex cuarto y para terminar un bacín para que deje sus tortas por si en la madrugada le viene la huacha floja. Fue una noche muy difícil, algo de locos, es increíble que hasta en la pocilga donde estaba durmiendo pudieron llegar los alaridos de las parejas excitadas que había en el Hostal, tenía que aguantar, por suerte rebuscando cosas viejas encontré una radio a pilas y con eso me puse a escuchar hasta que me de sueño y me olvide de los otros ruidos. A la mañana siguiente me despierto y me estiro un poco en la cama, al hacer ello mi cama se vino abajo, mi maldito catre tenía las tablas incompletas y yo dije “Bonita forma de despertarme,… ¡Carajo!”, luego de ello me resigné y salí afuera para después dirigirme hacia el 1er piso, cuando por fin llegué me había dado una sorpresa. Mi padre estaba preocupado, yo sospechaba que algo había pasado así que sin ganas de quedarme con la duda le pregunté “Qué pasó”, a lo que él me respondió “Ni te imaginas lo que acaba de pasar… ¡NOS HAN ROBADO!”…(Puta la cagada)